Uno de los grandes problemas sociales que estamos viviendo es sin lugar a duda nuestra capacidad para relacionarnos y establecer diálogos, la comunicación en si misma y ya ni que hablar de cuando quieres expresar con personas 'necias' un punto de vista contrario, sentimientos o un desacuerdo.
Vivimos en la época de la polarización de las opiniones, de la crispación y de la supremacía de los egos que lleva consigo una falta de empatía generalizada. Es por eso, que si eres de lxs que cada día te cuesta más mostrar tu desacuerdo con algo, te dejamos algunos consejos para 'encarrilar' la situación.
Para entender esto de lo que hablamos, lo primero que debemos entender es que somos seres sociales, vivimos en sociedad, rodeadxs de otras personas que son todas completamente diferentes a ti. Con una vida, creencias, valores y gustos que pueden llegar a ser completamente diferentes a los tuyos. Es por esto que en el respeto y la humildad debe comenzar a construirse los pilares de una buena comunicación. No se trata de estar sometidos a las palabras e ideas que el resto de personas tienen, sino el saber escuchar y de ser necesario, mantener tu criterio firme, con respeto y teniendo en cuenta que la persona con la que estás charlando, nunca será un/a enemigx. Incluso si es una persona con la que no volverás a tener trato; si el debatir te hace sentir mal, el problema puede que sea tuyo.
Muchas personas a menudo nos vemos con miedo a mostrar nuestro desacuerdo con algo, por las reacciones que hemos experimentado anteriormente al exponer estas, o simplemente porque somos incapaces de 'mantener los papeles' cuando las cosas no 'fluyen' como nos gustaría. He ahí el primer el error, las expectativas, el concepto de verdad única, el creer que todo lo que diga tu interlocutor que no te 'encaje' es un 'ataque' a tu ser. Hay que entender que las personas debemos ser capaces de expresar lo que queramos, pero ser conscientes de que libertad de expresión es también 'sinónimo' de escuchar cosas que a veces no nos gustarán. ¿Qué consejos te podemos dar? Son 5 básicos:
1. No hagas de la situación algo personal. Recuerda que tu bienestar depende únicamente de ti, y que lo que te está haciendo 'enfadar' es la idea, el acto o el concepto en si mismo que está defendiendo tu pareja, amigxs, compañerx, etc,, no la persona en si, así que teniendo claro este concepto, no habrá lugar para malos tonos, ira o rabia. Son eso, simplemente puntos de vistas, vivencias o ideologías diferentes, que pueden ser debatidas, pero nunca 'enjudiciadas'.
2. Evita no tener en cuenta las ideas de los demás. Si ya alguna vez alguien te ha gritado, insultado o hablado de forma poco asertiva, sabrás de lo que te estamos hablando, es decir, lo importante que usar un lenguaje correcto así como un comportamiento respetuoso. Aquí es vital pensar bien lo que estás a punto de decir, organizar las ideas, analizar el contexto, el lugar, la situación actual de tu interlocutor, entre otros cientos de variantes. Sabemos que a veces es complicado, pero es tan sencillo como sustituir los gritos y los tonos agresivos por un "no estoy de acuerdo con eso por esta razón...", un "necesito pensar sobre lo que me dices, pues no estoy de acuerdo..." o un "ahora mismo no me encuentro bien para hablar, ¿te parece bien si lo dejamos para un poco más tarde?. Recuerda, tu único fin debe ser llegar a un consenso, a un entendimiento y que ambas partes no conviertan un simple debate, en la tercera guerra mundial.
3. No uses el "tu", a la hora de comunicar es mejor el "yo". Usar la primera persona es muy aconsejable ya que si recurrimos siempre al "tu" puede dar la impresión de que estás discutiendo, de que haces uso del 'revanchismo' y el bucle infinito en el que se puede convertir las odiosas comparaciones. Y no te lo tomes a lo literal, globalízalo, es decir, no es lo mismo decir "todos los días me recalcas (tu) las tareas que tengo que hacer cuando que sabes (tu) lo agobiado que estoy", que decir "me siento (yo) muy agobiado, tengo muchas cosas que hacer. ¿Podría hacer estas tareas mañana?". El tono es menos ofensivo, más conciliador. Convertir cualquier cuestión en una confrontación, tan solo generará más confrontación. Y ojo, que no se trata de medir palabras, se trata de comunicar las ideas de forma asertiva, buscando un bien general, desde la tolerancia y el respeto.
4. Escuchar el punto de vista de lxs demás. El verdadero virus de nuestra generación. Escuchas es una buen forma de demostrar que respetas y entiendes el punto de vista de la otra persona, aún incluso cuando no estás de acuerdo. Escuchar y entender es totalmente compatible con tener puntos de vista diferentes. Cuando escuchas, las probabilidades de que tu interlocutor también te escuche son mayores. Trata de evitar "pisar" al / a la otrx, no interrumpirle (es imposible que estes procesando la información si sin haber terminado de hablar, ya estás respondiendo), pues esto es sinónimo de que mientras te están hablando, tu ya estás pensando en "por qué no estás de acuerdo", en lugar de generar un proceso empático, de reflexión, poniendo atención a lo que te está diciendo y una vez que sea tu 'turno de palabra', hablar, repitir cualquier parte que consideres importante de lo que la persona haya hablado, para así demostrar que has escuchado y oído lo que te ha dicho, generando un 'clima' de entendimiento. Ya luego, con tranquilidad, puedes explicar tus argumentos y por qué no compartes algunas partes.
5. Mantén la calma. Esto es sin lugar a dudas lo más importante durante una conversación. Te entiendo si me dices que a veces es complicado mantener la calma y hacer uso de la lógica y la razón cuando te sientes enfadado o irritado, más aún cuando la cuestión a debatir lleva mucho tiempo afectándote o la persona con la que hablas, lo hace de forma 'acalorada'. Es en ese preciso instante cuando debes sacar tus mayores dotes de madurez y demostrar que la ira y la rabia no están bien, que la clave para un buen entendimiento es la buena comunicación y que esa frase de "dos no pelean, si uno no quiere" es una verdad como un templo. Debes ser capaz como persona individual, de llevar tranquilamente una conversación, aún incluso cuando con quien debatas sea una pareja, tu padre o madre, o alguien que bajo tu criterio 'debería saber mejor cómo hacerlo'. No existen personas perfectas, y ni ellxs ni tú, ni yo, lo somos. Humildad, mucha humildad.
Por cierto, se que te prometí que serían unicamente 5 consejos, pero dejame darte un último 'tip', y es que ser amable, considerado y respetuoso es cuestión no solamente de las conversaciones difíciles, sino en cualquier ámbito de la vida cotidiana. Generará paz, tranquilidad y fortaleza contigo mismx, a la vez que sentará las bases para aquellos momentos en los que no podamos estar de acuerdo.
¡Sean felices! ¡Quiéranse mucho! ¡Comuníquense mucho!
0 Comentarios