Nuestrxs padres y madres, aunque a veces parezca que no, son ante todo seres humanos. Y tienen también sus propias heridas interiores.
Nos quejamos constantemente de como nos sentimos, de lo que ellxs nos hacen sentir, pero en realidad suelen ser ellxs quienes suelen andar "con todo el peso de la realidad en sus hombros".
Aunque hayan podido cometer todo tipo de errores y locuras, nuestros progenitores lo han hecho lo mejor que han sabido, o mejor dicho, lo mejor que su entorno y su vida se lo han dejado hacer. Esta lección de vida al resto nos suele tardar mucho tiempo en llegar y a menudo cuando llega, ya es demasiado tarde.
Cuando nos hacemos mayores y pasamos a ser padres y madres, entendemos lo complicado y desgastante que puede llegar a ser ser "educar a un/a hijx" de la forma en la que nosotrxs entendemos como "correcta". Esa idea de lo "correcto" que tienen tus padres, viene dada de lo que ellos experimentaron, pero también en gran medida por lo que a ellxs le enseñaron, siendo toda esa didáctica lo que ellxs creen que es lo mejor para ti y además, lo hacen desde lo más profundo de sus corazones.
A veces los humanos nos olvidamos de que nuestros progenitores nos cambiaron el pañal 7 veces al día, que se pasaron cientos de noches en vela por ti, sufriendo el complicado sonido de nuestros llantos y gritos y así una inmensa lista de acciones. En definitiva, de pronto dejaron de lado su vida como personas individuales, para "entregártela a ti".
Emanciparse emocionalmente de ellxs consiste en cortar definitivamente el cordón umbilical que nos mantiene atados a ellxs. Depender de su aprobación dificulta que seamos libres para seguir nuestro propio camino en la vida. Pese a eso, convertirse en una persona adulta implica haber resuelto nuestros traumas de la infancia. El hecho de que sigamos en guerra con nuestros padres pone de manifiesto que seguimos sin sentirnos en paz con nosotrxs mismxs, o incluso que ellxs son incapaces de enfrentarse a su propio pasado o presente. Por eso se dice que la adolescencia se sabe cuándo empieza, pero no cuando termina. Desarrollarte en ciertos aspectos de tu vida y ser capaz de relativizar comportamientos te ayudarán a descubrir cuales son los problemas entre tú y tus padres.
La sociedad tiene una tendencia a culpabilizar constantemente a lxs pequeñxs de la unidad familiar de sus comportamientos y actitudes, olvidándose de que estos suelen ser propiciados por los comportamientos de "sus ejemplos" de vida, y que a su vez, estos han dado ese "ejemplo", pues es el ejemplo que a ellxs en su día le dieron y su percepción de "lo correcto" y así, una cadena espacio-temporal infinita que solo tiene como solución, la paciencia, el respeto, el diálogo y dejar las luchas de ego de lado. Tú no eres el/la hijx perfecx. Pero tú tampoco eres el padre o madre perfectx. Y tus padres tampoco fueron los padres perfectos. Ni tus abuelos. El poder de cambio, el "querer de cambio", está en el interior de cada unx. Sin polarizar opiniones, con una mente abierta, actitud, y decisión.
Esta emancipación pasa por dejar de esperar algo de ellxs, incluyendo que nos acepten, que nos apoyen y que nos quieran. Así es como empezamos a aceptarnos, apoyarnos y querernos, fortaleciendo nuestra autoestima y confianza en nosotrxs mismxs, pero sobretodo sin juzgarlos a ellxs, pues ellxs lo han hecho, lo mejor que han sabido, porque te quieren. Y tú los quieres a ellxs. O dicho una vez más, lo han hecho lo mejor que se lo dejaron hacer. Por cierto, te dejamos por aquí este artículo sobre la responsabilidad afectiva y como puede llegar a influír en el entorno familiar que seguro que te resulta interesante. Que tengas un feliz día.
Esta emancipación pasa por dejar de esperar algo de ellxs, incluyendo que nos acepten, que nos apoyen y que nos quieran. Así es como empezamos a aceptarnos, apoyarnos y querernos, fortaleciendo nuestra autoestima y confianza en nosotrxs mismxs, pero sobretodo sin juzgarlos a ellxs, pues ellxs lo han hecho, lo mejor que han sabido, porque te quieren. Y tú los quieres a ellxs. O dicho una vez más, lo han hecho lo mejor que se lo dejaron hacer. Por cierto, te dejamos por aquí este artículo sobre la responsabilidad afectiva y como puede llegar a influír en el entorno familiar que seguro que te resulta interesante. Que tengas un feliz día.
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