El 18 de Octubre de 1958, William Higinbotham y Robert Dvorak desarrollaron el que sería el primer videojuego de la historia. Lo llamaron "Tennis for two" y era un más que simple simulador de Tenis. Lo que no sabían, es que estaban cambiando el mundo del entretenimiento para siempre; estaban haciendo historia.
Desde hace unos pocos años ha surgido una corriente de desarrolladores que buscan justo lo contrario: Usar los videojuegos de forma psicoterapéutica. Los videojuegos pueden llegar a ser capaces de transformar positivamente la realidad y nuestra rutina del día a día, sumergiéndonos en mundos paralelos y ficticios donde dar rienda suelta a nuestra imaginación o capacidad razonadora y reflexiva. Hellblade Senua’s Sacrifice, Night in the Woods, o Sea of Solitude son algunos de títulos donde se trata la psicosis, el estrés postraumático o el aislamiento, pero es que el listado no deja de crecer. Cada día son más quienes se unen a esta más que positiva tendencia, donde incluso ya nos podemos encontrar trabajos que ayudan a la fisioterapia, la terapia ocupacional o problemas cognitivos en niñxs.
Debemos tener en cuenta que los primeros desarrolladores independientes de videojuegos psicoterapéuticos tuvieron que "nadar" a contracorriente y que encendieron un debate clave: Es necesario que se desarrollen más juegos orientados a la terapia psíquica y que se vuelvan tan populares como lo son los de acción, deportes, peleas o carreras; principalmente porque no padecer estos desórdenes no implica que no puedas jugarlos. Gracias a estas brillantes y minuciosas aventuras gráficas y de 'rompecabezas', lxs jugadorxs somxs capaces de volvernos más empáticxs ante problemas tan comunes como la depresión y la ansiedad, en medio de un mundo virtual onírico y distópico.
Es curioso como jugando conectamos con esas emociones y problemas tan comunes en la sociedad. Numerosos profesionales afirman que jugar a un videojuego resulta un proceso emocionalmente muy agradable y positivo, por lo que los aprendizajes son mucho mejores y más rápidos. La llamada "memoria emocional", de la que te hablaremos más adelante aquí.
Al hecho de acercar estos trastornos a través de lxs protagonista de algunos videojuegos y al poder ponerte en la piel de personas que los padezcan, ese conocimiento basado en la experiencia (aunque se trate de una experiencia virtual y ficticia) ayuda a fomentar la empatía con estos tipos de desórdenes, transformarnos y ayudarnos a combatir problemas sociales discriminatorios que se dan, por puro desconocimiento, falta de consideración o educación, como puedes ser el ‘bullying’, por ponerles un ejemplo, teniendo en cuenta que es un problema social significativo por el que a diario pierden la vida muchxs niños y niñas alrededor del mundo.
Diversos estudios han demostrado que cuando juegas a estos videojuegos, el tener que tomar decisiones, evaluar las hipotéticas situaciones, meditarlas y elegir, hacen del aprendizaje mucho más sencillo y efectivo, asegurando un bienestar futuro en cuanto a empatía social se refiere.
Permanece atentx a las redes de ‘sin interrogante’, porque muy pronto indagaremos aún más en algunos de estos videojuegos y en otros campos como son no solo los que te hacen empatizar con enfermedades mentales, sino los que previenen otros tipos de trastornos, fomentan la agudeza visual o trabajan la memoria, por ejemplo.
¡Feliz vida!
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